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"Sin AMOR nada SOY"


Los poetas son personas especiales. Toman las palabras, como si fueran un hábil pintor, y en una hoja de papel, que les sirve de lienzo, van dibujando un paisaje lleno de color, luz y vida. Sus versos son el reflejo de sus emociones y sentimientos. Y al leerlos, no importa si se trata de la poesía de Alberti, Neruda, o Bécquer, uno tiene la sensación de también haber sentido y pensado lo mismo que alguno de estos artistas de la palabra escrita. 


Amor... ese es el tema predilecto de un poeta, o una poetisa, en un momento de inspiración al componer sus versos. Amor es una palabra de 4 letras. Sólo son 2 sílabas: A-MOR. Pero, ¡cuánto significado tiene esa palabra!


Hoy en día muchas personas no sienten amor en sus vidas. Es una especie de tesoro escondido, perdido en medio de esta selva de cemento llamada ciudad, en la que vivimos, trabajamos, estudiamos, hacemos lo cotidiano. La lucha por el día a día, por el sustento, el estar en medio de estos tiempos en los que estamos, hace que uno se dé cuenta de lo gris que es el día a día para muchas personas. ¿Extraña eso? No, pues el mismo Jesucristo predijo:


Y por el aumento de la maldad, 
el amor de muchos se enfriará.   
Mateo 24:12


¿De qué hablaba Jesucristo? De cómo la gente se sentiría en su corazón, internamente, en sus emociones. Jesús no solo predijo terremotos, o pestes en un lugar tras otro, o guerras, falsos cristos, etc. También predijo cómo estaría el corazón de la gente. El amor del que habló Jesús es el que se describe en la Biblia con una palabra griega: ágape. El ágape, o amor, es el tipo de amor más excelso, el más elevado, el más profundo. Es el tipo de amor que uno siente hacia Dios, hacia sí mismo, y hacia el prójimo. 


¿Cuánta capacidad de amar y de demostrar ese amor tiene la gente hoy día? Es muy poca, o nula. "Y por el aumento de la maldad" se enfriaría el amor. La maldad está in crescendo. Por ejemplo, la gente se siente decepcionada de los líderes religiosos, de las iglesias y religiones en general. ¿Por qué? Porque se supone que van a un lugar que es "la casa de Dios", un lugar en el que esperan recibir el ánimo, el consuelo, sentir el amor de Dios en sus vidas. ¿Y qué sucede? Salen vacíos, decepcionados, con la sensación de que sigue ese vacío en su corazón que no logró llenar el estar en un lugar de reunión religioso.


Jesucristo predijo que el amor a Dios, a la verdad, a la adoración en espíritu y en verdad a Jehová, se enfriaría. La gente preferiría aferrarse al escepticismo, a la falta de fe, a ideologías, creencias, o "fes" alternativas. Muchos prefieren creer en mensajes "canalizados", en extraterrestres, en su propio modo de vida alejado de Dios donde se adora a los placeres, la riqueza, lo material, antes, que adorar a Dios.


El apóstol Pablo también predijo que en estos tiempos del fin la gente se volcaría a los placeres, a lo material, más bien que a amar a Dios:


Pero debes saber esto: que en los últimos días vendrán tiempos difíciles. Porque los hombres serán amadores de sí mismos, avaros, jactanciosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, irreverentes, sin amor, implacables, calumniadores, desenfrenados, salvajes, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos, envanecidos, amadores de los placeres en vez de amadores de Diosteniendo apariencia de piedad, pero habiendo negado su poder; a los tales evita.  


2 Timoteo 3:1-5


Las palabras proféticas de Pablo son claras. En particular se destaca su predicción de aquellos hombres que tienen "apariencia de piedad", pero niegan su poder. Esto significa una alusión directa a quienes dicen representar a Dios en la Tierra. ¿Cómo puede ser "malo" un hombre que habla de Dios, usa la Biblia, y hasta hace "buenas obras"?


Es un punto interesante. Muchos se encuentran en una especie de "pedestal", demostrando públicamente ser hombres "santos", "elegidos", "ungidos". ¿Lo son realmente? ¿Cualquiera que dice amar a Dios, de veras le ama? Son buenas preguntas que uno se hace.


El amor es el más importante don espiritual. Dios es amor, así que, dependiendo del amor que una persona manifieste, se hará patente su conexión con ese Dios que es amor. 


Quizás la exposición más famosa que existe sobre el amor la tenemos en 1 Corintios 13. No es una descripción poética, llena de simbolismos. Es directa, franca, e inspirada por Dios.


¿Qué tiene de extraordinaria la descripción del amor que hace Pablo? Que hace un contraste entre dos actitudes: la externa y la interna. La que supuestamente muestra lo que serían obras de amor, y la que muestra lo que es realmente actuar en y con amor


Pablo dice:
     
Si yo hablara lenguas humanas y angélicas, pero no tengo amor, he llegado a ser como metal que resuena o címbalo que retiñe. Y si tuviera el don de profecía, y entendiera todos los misterios y todo conocimiento, y si tuviera toda la fe como para trasladar montañas, pero no tengo amor, nada soy. Y si diera todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregara mi cuerpo para ser quemado, pero no tengo amor, de nada me aprovecha. 

1 Corintios 13:1-3

Pablo expone obras descollantes, que le mostrarían a cualquiera lo que es ser un cristiano lleno de amor. "Si hablara en lenguas humanas y de ángeles". Pablo podía hablar en cualquier lengua o idioma que existiera en aquel mundo antiguo. Y al parecer, se habría comunicado con ángeles en ocasiones. ¿Y? Nada de eso le valdría sin amor. En aquel tiempo existían los dones de hablar en lenguas, y Pablo dominaba muy bien ese don. Pero no era la base de su apostolado. Lo era el amor a las personas. El hablar en lenguas era un medio, no un fin. Si Pablo hablaba en lenguas para dárselas de ser un "gran" cristiano, un hombre de influencia, pero sin la motivación del amor a las personas y ayudarlas, sería como un gong resonante. Pura bulla, puro ruido, nada de sustancia, nada que infundiera fe y amor hacia Dios en la gente.

"Y si tuviera el don de profecía, y entendiera todos los misterios y todo conocimiento". Milagrosamente, Pablo tenía dones espirituales excelsos: profetizaba ( y se cumplía siempre al 100%), era entendedor de misterios y secretos sagrados, y tenía conocimiento sobrenatural de cosas que estaban fuera de dominio público para otros. Eso habla bien de Pablo, porque era un mayordomo de la Palabra de Dios. Además, dice que tenía "toda la fe como para trasladar montañas". Jesucristo dijo que quien tuviera fe del tamaño de un grano de mostaza, movería montañas. Que Pablo tuviera fe, era excelente también. Y si era una persona que daba todos sus bienes para dar de comer a los pobres, y entregaba su cuerpo para ser quemado en lugar de otro como sacrificio, no podemos hacer otra cosa que no sea sentir admiración por este hombre. 

¿Diría alguien que Pablo no tenía obras de fe y amor? Por supuesto que no. Sin embargo, para Pablo estas obras de amor y fe, no eran de gran valor. Dijo que si hacía TODAS estas cosas, pero no tenía amor, no era NADA. Era un hombre de valor = 0.

En contraste a estas obras, Pablo menciona lo que es el amor: 

El amor es paciente, es bondadoso; el amor no tiene envidia; el amor no es jactancioso, no es arroganteno se porta indecorosamente; no busca lo suyo, no se irrita, no toma en cuenta el mal recibidono se regocija de la injusticia, sino que se alegra con la verdad.

Todo lo soporta, todo lo cree, todo lo espera, todo lo aguanta. 

El amor nunca falla.

Es interesante leer estas palabras. Porque, es más fácil decir un te amo, regalar un ramo de rosas, o preparar una rica comida que le gusta a la persona amada. Y, ¿quién dice que tener paciencia con otra persona no es amor? ¿Podría alguien negar que el perdonar sin tener cuenta del mal no es también una muestra de amor?

¿Qué hay del confiar en la persona amada? Eso es amor, el mostrar confianza. Esperar lo mejor de ella, y hacer todo lo posible porque esa persona sea mejor, no cabe duda de que esas también son manifestaciones de amor.
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